PREVENCIÓN
No todos los casos de epilepsia se pueden prevenir, pero según datos de la OMS, se estima que el 25% de los casos son potencialmente previsibles. Para reducir el riesgo de padecer epilepsia es importante seguir los siguientes consejos:
- Prevenir lesiones cerebrales traumáticas. Entre las causas más comunes de estas lesiones están los accidentes de tránsito (muy importante el uso de cinturones, cascos para motos y bicis y sillas de seguridad para niños para reducir la probabilidad de estas lesiones), las caídas (tienen más probabilidad ancianos y niños) y las lesiones derivadas de la práctica de deportes como los de contacto, el rugby o incluso el fútbol. Es importante que si sufre una lesión traumática acuda al médico y reciba una buena atención.
- Reducir las posibilidades de tener accidentes cerebrovasculares y enfermedades cardiacas. Esto se basa en la prevención o control de la hipertensión arterial, la diabetes y la obesidad, y la evitación del tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol con acciones como hacer ejercicio, dejar los malos hábitos y alimentarse bien.
- Vacunarse. Algunas infecciones pueden causar epilepsia.
- Lavarse las manos y consumir alimentos seguros. La infección cisticercosis causada por un parásito es una de las causas más frecuentes de epilepsia. Para evitar esto es importante una buena higiene y preparación de los alimentos.
- Atención perinatal adecuada. Para evitar lesiones en el parto. También es importante mantenerse sanos durante el embarazo siguiendo un plan de cuidados prenatales consultado con su proveedor de atención médica.
- Bajar la temperatura en niños afiebrados. Tanto los medicamentos como los métodos físico que bajen la temperatura corporal a niños con fiebres altas pueden evitar que sufra convulsiones febriles.
- Prevenir las infecciones del sistema nervioso central. Sobre todo en países tropicales y países con mayor pobreza. En estos países es importante la eliminación de los parásitos y una buena educación para la higiene.
En caso de padecer ya epilepsia es importante reconocer y prevenir la posibilidad de una crisis epiléptica. En los momentos previos a la crisis suelen aparecer algunos comportamientos extraños en forma de signos como olores, náuseas o sensaciones de déja vu. Si se produce la crisis es importante una actuación rápida y eficaz siguiendo las siguientes acciones:
- Cronometra la duración de la crisis. Permanece junto a la persona, y deja que los síntomas sigan su curso natural.
- Seguridad. Mantén a salvo a la persona ayudándola a sentarse en el suelo, alejándola de objetos o materiales con los que pudiese dañarse y asegurándote de que nada le dificulta la respiración.
- Colócala en posición lateral, en caso de que no esté despierta y consciente, hasta que se recupere del suceso.
- Llama a Emergencias si es la primera crisis de epilepsia, tiene dificultades para respirar, la crisis dura más de 5 minutos o no responde una vez termina el episodio.
- Se golpea o daña durante la crisis. Escribe un registro de lo ocurrido, tanto en el aura como en la crisis epiléptica, para así poder identificarla de forma precoz en caso de repetición del suceso.
A continuación se adjunta un vídeo de un ejemplo de un ataque epiléptico y la actuación que se realiza siguiendo los pasos mencionados anteriormente.
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