PREVENCIÓN
La viruela es una enfermedad infecciosa que en 1980 fue declarada erradicada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) gracias a la estrategia de vacunación masiva. Sin embargo, con la aparición de nuevas enfermedades contagiosas, como el COVID-19, es importante recordar la importancia de la prevención y la vacunación contra enfermedades como la viruela.
La vacunación contra la viruela se ha utilizado desde el siglo XVIII y ha sido uno de los mayores logros en la historia de la salud pública. La vacuna contra la viruela es altamente efectiva y proporciona inmunidad de por vida. Sin embargo, aún existen ciertos grupos de personas que no están vacunados, como los bebés menores de un año, las mujeres embarazadas y las personas con enfermedades inmunosupresoras. Es importante que estos grupos estén conscientes de los riesgos de no estar vacunados y que trabajen con su médico para desarrollar un plan de vacunación adecuado.
Además de la vacunación, hay otras medidas de prevención que pueden ayudar a reducir el riesgo de contraer la viruela. Una de las medidas más efectivas es la educación sobre la higiene personal y evitar el contacto con personas enfermas. Lávese las manos con frecuencia y evite tocarse la cara. Si una persona está enferma, aíslelos y evite el contacto con otras personas. Además, es importante mantener una buena nutrición para mantener un sistema inmunológico fuerte.
Es importante tener en cuenta que, aunque la viruela fue erradicada en 1980, todavía existe el riesgo de que la enfermedad regrese. La amenaza de ataques bioterroristas también es una preocupación importante. Por eso, es esencial que los profesionales de la salud, tanto en el país como en el extranjero, estén preparados para responder ante un posible brote.
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